La ciudad de Montpellier (Francia) puso en marcha en 2011 una estrategia específica para aportar pruebas y orientaciones sobre la gestión de los espacios abandonados en la ciudad, especialmente en lo que respecta a los objetivos de educación y sensibilización ambiental. Además, la estrategia pretende preservar el patrimonio natural de Montpellier y promover los terrenos baldíos como reservorios de biodiversidad e instrumentos de conexión de los espacios naturales. La estrategia es el resultado de un amplio proyecto de censo que pretende valorizar las zonas abandonadas de la ciudad. La estrategia se basa en tres ejes (observar y conocer, conservar y restaurar, educar y sensibilizar). Así, la ciudad se esforzó por implicar a los habitantes, reforzar los vínculos con la comunidad científica y académica y situar a Montpellier como referencia nacional en este ámbito, tras el reconocimiento internacional por su acción innovadora en este campo. En la práctica, la estrategia clasificó los espacios abandonados según su contexto, origen y potencial. La aplicación se ha llevado a cabo de forma experimental en cuatro proyectos: Zenith Friche, Paseo de la Gironda, Pastourelle y Combemale.