La norma es un instrumento político vinculante que establece una proporción mínima de espacios verdes en la superficie total de los nuevos proyectos de desarrollo en la ciudad de Lyon (Francia). Aunque la ciudad cuenta con un 39% de espacios verdes, sólo el 10% es de acceso público. Para una mayor accesibilidad a los espacios verdes urbanos, Lyon ha establecido una norma sobre la cantidad mínima de espacios verdes en los nuevos proyectos de desarrollo como parte del Plan Local de Urbanismo y Vivienda (PLU-H; Plan Local d'Urbanisme et de l'Habitat), que fue aprobado en 2019. La norma representa una restricción para las futuras construcciones al definir la superficie mínima de espacio verde en cada terreno y el tipo de reverdecimiento requerido. La norma se puso en marcha como reacción a la observación de que, en determinadas zonas del PLU-H (especialmente en el centro de la ciudad y en las zonas residenciales mixtas, entre otras), a menudo se proponían permisos de construcción para proyectos de edificación "masiva" con una proporción insuficiente de espacios verdes para un terreno determinado. La enmienda nº 3 pretende, por tanto, aumentar la proporción de espacios verdes abiertos en los proyectos de construcción en estas zonas (del 5 al 10% más según el tipo de zona urbana). La norma es una estrategia descendente con potencial, ya que se dirige al sector de la construcción y establece requisitos obligatorios para los espacios verdes abiertos. De este modo, promueve la plantación de árboles y el crecimiento de la naturaleza en la ciudad.