La Transferencia de Activos Comunitarios de Bristol es un instrumento de planificación que abarca toda la ciudad y que proporciona el arrendamiento de 150 propiedades de titularidad pública en Bristol (Reino Unido) a diversas organizaciones voluntarias y comunitarias (es decir, "organizaciones del tercer sector") a un coste reducido o nulo. El instrumento se basa en la idea de que la población local es la que mejor conoce su zona y puede gestionar las propiedades arrendadas con una mejor relación calidad-precio que los promotores. Para recibir un arrendamiento, las organizaciones voluntarias y comunitarias deben demostrar que sus planes para las propiedades generan beneficios sociales, económicos o medioambientales. El traspaso de activos puede adoptar la forma de un acuerdo de gestión, una licencia de ocupación, un contrato de arrendamiento corto o largo. El precio de la cesión de activos depende de los impactos positivos generados por los planes de las organizaciones. Este instrumento de planificación urbana forma parte de los esfuerzos ingleses más amplios para potenciar a las comunidades a través de los activos comunitarios, como se menciona en el libro blanco de 2006 "Comunidades fuertes y prósperas" y en el posterior informe "Making Assets Work", así como de los esfuerzos municipales para mejorar el bienestar de la comunidad, según el mandato de la Ley de Gobierno Local de 2000 y la Ley de Localismo de 2011.