Resultados e impactos conseguidos:
Los residentes han hecho muchas aportaciones a los planes verdes de los barrios, lo que les ha llevado a llevar a cabo y realizar los proyectos con entusiasmo. El resultado de los proyectos es un espacio verde más accesible y utilizable en los barrios, que mejora el microclima y la calidad de vida de la ciudad. En 2017, junto al plan verde del barrio de Binnenstad, se completaron todos los demás planes verdes de barrio en los nueve distritos restantes de Utrecht. Se presentaron un total de 34 ideas, cuya viabilidad fue evaluada por el ayuntamiento (incluyendo aspectos financieros, técnicos, políticos, situación de la propiedad, plazo de realización). De ellas, quedaron 17 ideas de proyectos que cumplían los criterios de evaluación y 7 se realizaron a través del Presupuesto de habitabilidad y el Plan de agua de los barrios. Diez ideas no pudieron realizarse por diversos motivos. Los planes verdes de barrio también encuentran menciones positivas en planes municipales posteriores, como el plan actualizado de estructuras verdes 2017-2030, donde se dan como ejemplo positivo y se dice que inspiran enfoques similares en el futuro. Así, la solución basada en la naturaleza impregnará la política futura de la ciudad de Utrecht. El alto grado de implicación de los ciudadanos también condujo a una mayor concienciación y conocimiento de las soluciones basadas en la naturaleza, incluido el modo de cuidar la vegetación local en la ciudad.
Factores de éxito y lecciones aprendidas:
La participación de los residentes locales fue un factor clave de éxito, ya que permitió que los ciudadanos se sintieran responsables de sus proyectos de ecologización, que ellos mismos diseñaron, desarrollaron y ejecutaron. De este modo, siguieron participando durante el proceso de aplicación de las soluciones basadas en la naturaleza, así como en la gestión y el mantenimiento de los espacios verdes. La viabilidad de algunas ideas supuso un reto importante: Sólo 7 de las 34 propuestas iniciales de los residentes se aplicaron realmente en Utrecht. Este bajo número se debió a problemas como la propiedad de los terrenos y edificios, la condición de monumento o los conflictos con las políticas existentes.