El Parque Avellaneda es el segundo parque más grande de la Ciudad de Buenos Aires, y -por su tamaño, su forestación y su patrimonio sociocultural- tiene una importancia significativa para la población urbana. Desde su creación en 1914, ha sufrido los mismos procesos de deterioro que han afectado a todos los espacios verdes y públicos de la ciudad. A partir del establecimiento del Plan de Manejo del Parque Avellaneda en 1994, el parque se encuentra en un estado de recuperación muy importante que incluye la parquización y la apertura al público de más de doce hectáreas, gracias a la reubicación y modernización de invernaderos; la instalación de nuevos sistemas de iluminación, riego y señalización; la rehabilitación de los edificios y su reafectación para actividades administrativas, sociales y culturales. El plan tiene su origen en 1989, cuando los vecinos del Parque Avellaneda se organizaron para promover la restauración y protección del parque. Los esfuerzos del público dieron como resultado el reconocimiento de la importancia de la intervención por parte del gobierno local y la posterior formulación de un plan y una asignación presupuestaria.