El Reto Verde es una estrategia de reverdecimiento de la Ciudad de México para aumentar la superficie de espacios públicos con naturaleza, reducir el impacto del cambio climático, promover la biodiversidad y los polinizadores, prevenir la erosión del suelo y mejorar la calidad del aire y la gestión del agua en toda la ciudad. El Reto Verde fue iniciado en junio de 2019 por la Dirección de Infraestructura Verde de la Secretaría del Medio Ambiente en colaboración con otros sectores del gobierno de la Ciudad de México. La meta original era plantar más de 10 millones de árboles y otras plantas para finales de 2020, en calles, avenidas, camellones, parques urbanos, áreas naturales protegidas y la región cercana a la ciudad, designada como reserva natural en los instrumentos de planeación urbana. La creación de nuevos espacios verdes en la ciudad se considera una herramienta para promover el uso social del espacio público y otros beneficios medioambientales. Entre las acciones clave figuran la ecologización y rehabilitación de zonas protegidas, áreas de conservación y espacios urbanos, la creación de jardines para polinizadores, la producción y plantación de especies autóctonas y el fomento de la participación activa de los ciudadanos y otros agentes sociales. Estas soluciones basadas en la naturaleza también se incluyen en las estrategias de los gobiernos locales para combatir el cambio climático y conservar y utilizar de forma sostenible la biodiversidad. Desde 2019 se han realizado campañas de revegetación con participación ciudadana en todos los municipios y se intervino en la creación y rehabilitación de espacios con áreas verdes e infraestructura para el deporte, la cultura y la recreación a través del programa sembrando parques. Ya se alcanzó la meta establecida para 2019, pero las actividades continúan.