El Cinturón Ecológico Metropolitano de Guatemala ("CEM") es un proyecto de varios niveles para establecer un sistema de áreas naturales bajo diferentes esquemas de protección y gestión en Ciudad de Guatemala. Creado en 1995 y administrado por la Fundación para el Ecodesarrollo y la Conservación (FUNDAECO, una fundación privada) en acuerdo con la Ciudad de Guatemala, el CEM pretende garantizar una producción sostenible de servicios ambientales, aumentar la calidad de vida de sus habitantes locales y convertirse en un elemento central de la identidad y el paisaje urbano de la ciudad. El Cinturón Ecológico Municipal no es un plan aislado, sino que forma parte del Plan de Ordenamiento Territorial de la Ciudad de Guatemala, dependiente de la Dirección de Desarrollo Metropolitano de la Municipalidad de Guatemala. Una gran parte del área física del municipio de Guatemala forma parte del CEM (41%). Entre las acciones del proyecto se encuentra la recuperación de barrancos boscosos que constituyen gran parte del área municipal. Además, el proyecto muestra cómo agentes no gubernamentales como las fundaciones pueden poner en marcha con éxito proyectos de restauración integrados en el marco político más amplio de una ciudad y vinculados a la planificación municipal. En muchas zonas del proyecto, FUNDAECO colabora con propietarios privados de terrenos para aplicar sus medidas de conservación de la naturaleza. La protección de las barrancas mediante Ordenanzas Municipales y el establecimiento de Reservas Naturales ha contribuido a aumentar la calidad de vida en Ciudad de Guatemala, proporcionando oportunidades de recreo y contacto directo con la naturaleza; programas sociales, culturales y educativos. Hasta ahora, se ha podido llegar a más de 400.000 ciudadanos a través de visitas ecológicas guiadas y campañas. Además, el proyecto ayudó a crear puestos de trabajo y oportunidades de negocio para pequeñas empresas familiares en barrios periurbanos; mejoró las oportunidades de reinserción social productiva para jóvenes en situación de riesgo y aumentó la seguridad pública de barrios estructuralmente desfavorecidos. Mediante la promoción de planes municipales de ordenación del territorio, planes maestros de áreas protegidas y la creación, restauración y protección de nueve parques ecológicos y reservas naturales, el proyecto ha contribuido directamente a la conservación de unas 16.500 ha de barrancos boscosos en la región metropolitana, que en conjunto forman una red verde de espacios protegidos.