La ciudad de París emitió el Bono Climático de París -un instrumento de mercado- en 2015 como una forma de demostrar la diversidad de los compromisos ecológicos municipales a la comunidad internacional, dada la acogida de la COP21 del Clima. El tamaño total del bono es de 300 millones de euros, con un plazo de vigencia hasta mayo de 2031. El bono se dirige a los inversores privados que estén interesados en aprovechar esta oportunidad de inversión al tiempo que financian acciones sostenibles en la ciudad de París. Los inversores recibirán un tipo de beneficio del 1,75% anual. Los fondos recaudados por el bono financiarán proyectos que contribuyan a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), la mejora de la eficiencia energética, la producción de energías renovables y la adaptación al cambio climático. Esto incluye proyectos para reducir el efecto isla de calor y aumentar la resiliencia de la ciudad mediante la creación de espacios y corredores verdes, en línea con el Plan Europeo de Energía y Clima para hacer de París una ciudad neutra en carbono y resistente al clima para 2050.